miércoles, 16 de mayo de 2007

Marat-Sade: La revolución pendiente



Prometí y/o amenacé con hablar mucho de sexo y evidentemente he mentido como una bellaca. Estoy muy liada arreglando otras parcelas de mi vida y el sexo ha pasado a un plano muy secundario. Hablo de él, curioseo sobre el tema, escribo alguna cosilla en los foros pertinentes, pero a pesar de ser partidaria como el cura del chiste, practico la abstención. Menos mal que la primavera empieza a manifestarse y es de esperar que despierte la bestia dormida (dicho sea exagerando).

Lo que si es verdad es que el primer artículo de este blog iba a ser un comentario sobre el Marat-Sade que está representando Animalario en gira por varias ciudades.

En 1968 se estrenó en Madrid. En aquellas tres únicas y míticas representaciones una pequeña fracción de la izquierda cultural que vivía en la España franquista vivió su particular revolución. No fue, no podía ser, el Mayo Francés, pero para los que lo vivieron fue algo inolvidable. Me encanta oírselo contar a los compañeros. Yo tenía siete años. He encontrado este enlace para nostálgicos.

El caso es que casi 30 años después, la dictadura ha desaparecido, la democracia es irreversible y “estricto senso” la Revolución ya no es necesaria. Las referencias “modernas” incluidas en el texto sobre el Rey o Esperanza Aguirre provocan risa. Un Padrenuestro que me cuesta creer que se dijera en su momento por blasfemo (y eso el Régimen lo llevaba fatal) hoy no escandaliza a nadie. Políticamente es interesante por las teorías que expresa, pero Marat ya no tiene razón de ser en la España de hoy.

Nos queda Sade. Y ahí sí. Sólo cuando el Marqués se dirige al público y le invita a mirarse, a desearse, a tocarse, se produjó en el teatro ese silencio intenso de los que están sobrecogidos. Alberto San Juan nos provocaba (difícil resistirse) y la mayoría de los espectadores se notaban incómodos. Tuve que reprimir las ganas de seguirle el juego. Lamente profundamente no ser del reparto. Los actores fingían una orgía, se desmelenaban, nos tiraban cosas (menos mal que pude devolver algunas). Nos habían invitado a follar todos con todos y no nos habíamos atrevido.

Es teatro, ya lo sé, pero yo salí convencida de que el sexo libre, sin miedos, sin ataduras es nuestra revolución pendiente.

Por cierto el montaje es estupendo, los actores están estupendos, la obra es estupenda...y Alberto San Juan está muy sexi con el pelito largo y suelto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

la bestia dormida quiere despertarse, qué miedito. ¿No se desperezó -un poquito al menos- tras esa interesante conversación acerca de parafilias japonesas,azotes y demás? (Dejemos a Pasolini al margen, ag)
Sigue escribiendo, guapa

Chusa dijo...

El sexo oral, o sea la charleta sexual, es el mejor preliminar que conozco. Fun ciona hasta con las que se declaran "sencillitas" ¿a que sí?

Anónimo dijo...

No!!!! no funciona!!! Me paso la vida hablando y hablando y, sinceramente, con eso, ni despierto a la "bestia", ni mucho menos practico. Vamos, una penita.
Creo más bien que recuperaré mi himen a este paso.
¿Qué fué de Ken y de esos "días de verano"?

Unknown dijo...

Ayer mismo la fui a ver por fin (han estado en Barcelona este mes de mayo). Completamente de acuerdo con todo, sólo espero que la arenga final a la copulación no diluya el mensaje político, perfectamente aplicable al neoliberalismo actual.