domingo, 3 de junio de 2007

Ni pizca de gracia



Siempre he pensado que la página infantil del dominical de EL PAIS es para adultos. Al menos a mí no me queda claro qué edad se supone que tienen los niños a los que va dirigida. El mensaje que transmite en casi todas sus viñetas es que los niños son muy listos y los adultos unos memos.

Es un recurso fácil que se ha utilizado miles de veces, pero hace falta la inteligencia de un Quino para crear a Mafalda y los "Quinos" no abundan. Además, Mafalda no es exactamente una tira infantil.

El caso es que yo leo el "Pequeño País" todas las semanas porque me gustan Garfield, Calvin y Hobbes, Zits y las Memorias de Gus. Claro que yo ya soy adulta. He pasado por todas las edades y sé que los niños no entienden el rollo de los mayores y que los papás nos desesperamos con los derroches de imaginación de los críos.

Pero lo que me ha preocupado esta semana es la tira de JORGE cuyas cuatro viñetas reproduzco (y me ha costado lo mío averiguar cómo hacerlo). ¿A qué cabeza pensante se le ha ocurrido equiparar como "broma" los trabajos en condiciones infrahumanas a los que se ven obligados millones de niños en el mundo, con un examen sorpresa?

Voy a aceptar (con cierta nausea, eso sí) que sea un chiste. Los niños son literales, la ironía no es su fuerte. Me gustaría que Sierra i Fabra y Rovira, los ingeniosos autores, tuvieran que trabajar en una mina sudafricana durante un mes. A cambio les eximiría de tener que entregar su laboriosa tira "cómica".

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